Cómo adaptar su estrategia de transporte marítimo en caso de disrupciones


    El transporte de cargas internacional puede ser un desafío. La capacidad marítima disponible, el cambio en períodos de recepción de los puertos y la congestión en transportes terrestres saliendo de puerto son solo algunos problemas comunes. Sin una planificación adecuada, estas y otras disrupciones pueden afectar gravemente la cadena de abastecimiento, causar demoras en las entregas, aumentar los costes y disminuir la satisfacción del cliente.

    A pesar de la lista de desafíos del transporte marítimo en constante evolución, existen varias estrategias que puede utilizar para superar y evitar disrupciones al transportar cargas por mar.

    Comprender las causas comunes, tanto internas como externas, de las disrupciones de la cadena de abastecimiento es esencial para desarrollar estrategias efectivas a fin de mitigarlas. Los siguientes son algunos factores clave que pueden provocar disrupciones:

    Desastres naturales

    Los huracanes, terremotos, inundaciones, tormentas de nieve e incendios forestales pueden afectar gravemente la cadena de abastecimiento. Estos eventos pueden dañar la infraestructura, obstruir las rutas de transporte y detener la producción, lo que provoca retrasos significativos y mayores costes.

    Cambio climático

    Además de los desastres naturales, el cambio climático, al igual que los problemas de escasez de agua, están cambiando la forma en que se mueven las mercancías en todo el mundo. Este problema se está generalizando, lo que añade costes y tiempo a la cadena de abastecimiento, ya que los transportistas se ven obligados a limitar el tamaño y el peso de los buques.

    Conflictos globales/eventos geopolíticos

    La inestabilidad política y los cambios regulatorios a menudo generan incertidumbre e interrumpen la cadena de abastecimiento. Los aranceles, las sanciones y los cambios en las políticas ambientales, de seguridad o comerciales pueden requerir ajustes en los procesos y la documentación, lo que puede provocar retrasos y mayores cargas administrativas. Otros conflictos pueden conducir al posible cierre de rutas marítimas enteras o a embargos comerciales que cierran oportunidades, además del aumento de los costes debido a una guerra y los recargos por contingencia.

    Cuestiones laborales

    Desde crisis sanitarias globales hasta huelgas laborales, las escasez de mano de obra puede llevar al cierre de fábricas, retrasos, disminución de la productividad y aumento de los costes operativos, afectando significativamente la disponibilidad y el movimiento de mercancías.

    Amenazas a la seguridad

    Los ciberataques y las violaciones de datos son cada vez más comunes, lo que provoca la interrupción de la cadena de abastecimiento al dirigirse a sistemas y datos críticos. Tanto los ataques digitales como los físicos pueden provocar tiempo de inactividad operativo, pérdida de datos o productos y comunicaciones comprometidas, lo que afecta a la eficiencia y la seguridad de las operaciones de la cadena de abastecimiento.

    Fluctuaciones de la demanda

    Los cambios repentinos en la demanda, ya sea debido a las tendencias del mercado, las variaciones estacionales o los eventos inesperados, pueden interrumpir la cadena de abastecimiento. Los aumentos en la demanda a nivel regional o global pueden sobrecargar la capacidad, provocando un incremento en las tarifas.

    Cambios en la alianza de transportistas

    A medida que los transportistas marítimos cancelan alianzas antiguas y forman nuevas, las ofertas de servicio existentes a menudo cambian también. Esto significa cancelaciones de rutas de servicio, salidas en blanco y horarios interrumpidos mientras se lleva a cabo la transición. Estas relaciones cambiantes también pueden significar menos competencia en rutas particulares, lo que afecta las tarifas.

    Las disrupciones en el transporte marítimo pueden tener efectos de gran alcance en las cadenas de abastecimiento mundiales. Estos son algunos ejemplos concretos:

    Capacidad marítima insuficiente

    Muchas disrupciones en el transporte marítimo pueden causar una reducción significativa en la capacidad de envío disponible. Factores como el cierre de puertos, la escasez de buques y el aumento de la demanda hacen que sea más difícil asegurar el espacio en los barcos. Otro factor que contribuye es cuando los contenedores se quedan varados en puertos congestionados o se desalinean con los horarios de envío, lo que dificulta encontrar el equipo adecuado para los envíos.

    Congestión de puertos

    La congestión es un problema común que puede dificultar la planificación. Cuando los puertos experimentan cuellos de botella debido a grandes volúmenes de carga, escasez de mano de obra o procesos ineficientes, los barcos a menudo se quedan esperando puestos de atraques, lo que alarga el tiempo para atracar y descargar. Este tipo de demoras pueden aumentar rápidamente los costes, incluidos los cargos por extracción de contenedores y depósito en terminal, los costes diarios de alquiler de chasis y las tarifas de detención.

    Aumento de los gastos de envío

    Las disrupciones pueden aumentar el coste total del envío. A menudo, los transportistas enfrentan tarifas de flete más altas, recargos y cargos por demoras, los cuales, si no se controlan, pueden afectar rápidamente los márgenes de ganancia.

    Plazos de entrega más amplios

    Los retrasos en los puertos, la menor disponibilidad de buques, las salidas en blanco y los tiempos de tránsito más largos pueden aumentar el tiempo que tardan las mercancías en llegar a destino. Esto puede afectar los programas de producción, la gestión del inventario y la satisfacción del cliente.

    Escasez de inventario

    Las disrupciones pueden provocar escasez de inventario, ya que las mercancías se retrasan en tránsito o se atascan en puertos congestionados. Las empresas pueden tener dificultades para satisfacer la demanda de los clientes, lo que provoca desabastecimientos y pérdidas de ventas. Esto también puede afectar a las líneas de producción que dependen de las entregas puntuales de materias primas y componentes.

    Encontrar las estrategias adecuadas para abordar estos desafíos, sin dejar de cumplir con las fechas de entrega existentes y las expectativas presupuestarias, depende de su situación particular. Tener en cuenta la ubicación, el presupuesto, las capacidades de distribución y otros factores puede ayudar a garantizar que encuentre la estrategia adecuada para su situación actual.

    1. Diversificar las ubicaciones de los puertos/rampas

    Limitar la dependencia de un solo puerto o rampa ferroviaria puede ayudar a controlar los plazos cambiantes y a gestionar la disponibilidad de equipos vacíos. Siempre que sea posible, elija lugares con infraestructura sólida, procesos aduaneros eficientes y niveles de congestión más bajos. Diversificar sus opciones de puertos y rampas significa más opciones en caso de disrupciones en su ubicación principal.

    Si actualmente está utilizando rampas ferroviarias y no puede mover la carga más cerca de los puertos de carga elegidos, el servicio de camiones y transbordo puede ser una opción para reducir los tiempos de tránsito, aumentar las cargas útiles y evitar disrupciones en el ferrocarril.

    Sin embargo, a menudo es una opción costosa, así que considere su presupuesto al tomar tal decisión. Además, esté atento al riesgo potencial de escasez de espacio en el almacén, así como al posible daño a la carga debido al manejo necesario entre diferentes modos de transporte. Entonces, piénselo bien antes de elegir esta estrategia.

    2. Nearshore o reshore

    El reshoring lleva la producción de bienes de vuelta al país de origen de la empresa, mientras que el nearshoring implica obtener suministros de países vecinos o aliados. Ambas opciones pueden ayudar a reducir la dependencia de los viajes marítimos prolongados.

    La fabricación de bienes más cerca de los mercados primarios también puede reducir los costes de transporte, reducir los plazos de entrega, minimizar las emisiones de carbono, complementar los esfuerzos de diversificación de proveedores al igual que los riesgos asociados con el envío internacional.

    3. Mantener mayores niveles de inventario

    Reservar los envíos con mucha antelación y utilizar una previsión precisa de la demanda puede ayudar a asegurar la capacidad y evitar disrupciones de último momento.

    El envío anticipado es un paso proactivo para adelantarse, garantizar la disponibilidad y minimizar el riesgo de retrasos causados por disrupciones imprevistas. Al contar con productos existentes en almacenes regionales, es más fácil responder rápidamente a las fluctuaciones de la demanda y hacer frente a desafíos imprevistos.

    4. Priorizar la planificación de disrupciones

    Tener un plan de contingencia antes de una disrupción real permite respuestas rápidas cuando surge un problema. Participar en la planificación de escenarios puede ser un aspecto de la planificación de disrupciones.

    Su plan debe detallar los riesgos potenciales e incluir estrategias de mitigación a tomar en caso de una disrupción. Revisar y actualizar regularmente el plan puede ayudar a las empresas a mantenerse preparadas para una amplia gama de escenarios.

    En el transporte marítimo mundial, las disrupciones pueden cambiar, pero nunca desaparecerán por completo. Es crucial estar preparado para posibles factores que van desde las limitaciones de capacidad de los buques hasta la fiabilidad de los horarios y la disponibilidad de equipo. Las estrategias correctas para su presupuesto y objetivos, combinadas con una planificación adecuada, pueden ayudarle a mantener la carga en movimiento, sin importar los desafíos que enfrente.

     

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    https://int.chrobinson.com/es-es/resources/resource-center/guides/na-export-disruptions-guide/